La línea de Convivencia Escolar, que forma parte de La Subsecretaría de Desarrollo Curricular e Innovación Pedagógica, en esta oportunidad nos propone tomar conciencia sobre el acoso escolar.
En el año 2013, el 2 de mayo fue establecido como el día mundial contra el bullying, con el propósito de concientizar sobre los efectos del acoso escolar y reflexionar sobre las estrategias para evitar la violencia en las escuelas.
Esta propuesta fue impulsada por Javier Miglino, cofundador de la ONG Bullying Sin Fronteras, quien advirtió respecto de la necesidad de “un día en el que todos los chicos del mundo puedan sentir que por 24 horas alguien los escucha, los entiende, los abraza y los protege cuando están por salir de la escuela, cuando están en clase y cuando se marchan a casa”.
El acoso escolar es una realidad que afecta a niñas, niños y adolescentes, produciendo a través de la burla; dolor, sufrimiento y humillación en quienes lo padecen; afectando tanto su subjetividad, como su escolaridad.
El acoso escolar debe ser un tema que nos preocupe y nos ocupe siempre; es por ello que, desde el Ministerio de Educación, Ciencia, Cultura y Tecnología, abogamos por la construcción de una convivencia escolar fundada en el respeto, el reconocimiento del otro como igual y el fortalecimiento de los vínculos entre pares, así como entre estudiantes y docentes.
Queremos construir una escuela que sea escenario de cuidado de todos y todas y para ello es vital habilitar espacios institucionales de escucha, de circulación de la palabra, de reflexión sobre los conflictos escolares y de participación estudiantil.
El bullying o acoso escolar afecta la convivencia y exige que como adultos asumamos una posición responsable y comprometida, desde una ética de cuidado con todos los NNyA.
En nuestro país, la Ley N° 26.892 de Promoción De la convivencia y abordaje de la conflictividad social en las escuelas, aporta un marco legislativo para generar y fortalecer en el ámbito escolar, prácticas de protección de derechos de NNyA y tiene como objetivo “orientar la educación hacia criterios que eviten la discriminación, fomenten la cultura de la paz y la ausencia de maltrato físico o psicológico” en la escuela e “impulsar estrategias y acciones que fortalezcan a las instituciones educativas y sus equipos docentes, para la prevención y abordaje de situaciones de violencia en las mismas” (artículo 3, incisos b y e).
La ley reconoce la problemática del acoso escolar y en su artículo 4 atribuye al Ministerio de Educación de la Nación la obligación de “(…) promover la elaboración y revisión de las normas sobre convivencia en las instituciones educativas en cada una de las jurisdicciones educativas del país para todos los niveles y modalidades de enseñanza (…)”.
