En 2017 la Presidencia de la Nación puso en marcha el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (Plan ENIA), iniciativa que articula los esfuerzos de los Ministerios de Salud y Desarrollo Social y de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología con el objetivo de prevenir los embarazos no intencionales que afectan principalmente a niñas y adolescentes de sectores en situación de mayor vulnerabilidad familiar y social. Estos embarazos impiden a muchas de ellas continuar sus estudios e incorporarse al mercado laboral, y afectan sus oportunidades de desarrollo personal en otras dimensiones de sus proyectos de vida.
Basándose en evidencia nacional y en el análisis de las experiencias de países que han encarado con éxito la tarea de reducir el embarazo no intencional en mujeres menores de 19 años, se priorizaron cuatro objetivos estratégicos, uno de los cuales es “potenciar las decisiones informadas de las/los adolescentes para el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos”. En este marco, la expansión y el fortalecimiento de la Educación Sexual Integral (ESI) es una herramienta fundamental para el Plan ENIA.
El Programa de Educación Sexual Integral, instituido por Ley Nacional 26150 del año 2006, establece que todas/os las/los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos públicos de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de CABA y municipal, y entiende a la educación sexual integral como la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Actúa sobre la base de 5 ejes de trabajo: cuidado del cuerpo y la salud, enfoque de derechos, valoración de la afectividad, respeto por la diversidad, y reconocimiento de la perspectiva de género, y reconoce al docente como agente crítico para transmitir contenidos y prácticas en el aula.
El Programa ESI retoma los principios establecidos por la Ley 26061 de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la Convención de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescente, El Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, y se enmarca no sólo en el Plan ENIA sino también en otros planes intersectoriales nacionales como el Plan de Derechos Humanos y el Plan de Prevención de Todas las Formas de Violencia contra las Mujeres.
Como señal de apoyo a la ESI, el Ministerio de Educación promovió la aprobación de la resolución 340, firmada por Consejo Federal de Educación en junio de 2018, a través de la cual todas las jurisdicciones se comprometen a redoblar esfuerzos para garantizar su implementación en las escuelas, a realizar jornadas de prevención de la violencia de género cumpliendo con la Ley 27.234 de Educar en Igualdad, y aprobar una selección de contenidos considerados prioritarios entre los cuales se destaca la información sobre todos los métodos anticonceptivos, el respeto por la diversidad sexual y el rechazo por todas las formas de discriminación, y el abordaje de la prevención de todas las formas de violencia contras las mujeres.
El Estado Nacional y las provincias tienen la obligación de garantizar que el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes se haga efectivo. La educación sexual integral, tal como la concibe el marco normativo del país, es un componente fundamental del derecho más amplio a la educación.
A madres y padres compete, según el nuevo Código Civil y Comercial, un conjunto de deberes y derechos para la protección, el desarrollo y la formación integral de sus hijas e hijos mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado. También el Código exige la prohibición absoluta de actuaciones que lesionen o impidan el ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes, entre los cuales se cuenta el derecho a recibir educación sexual integral.
Ante la desinformación y confusión generada por mensajes inexactos y erróneos que atribuyen a la ESI propósitos y contenidos que no son los que en realidad tiene y en la práctica se enseñan, el Plan ENIA se manifiesta a través de esta comunicación.
Nos anima la intención de brindar total aval a los equipos jurisdiccionales, a docentes que enseñan ESI en las aulas, asesoras/es que trabajan en las escuelas, profesionales de la salud que trabajan en las consejerías de salud sexual y reproductiva y en los servicios de salud, y a todas y todos quienes contribuyen con su tarea cotidiana a garantizar el acceso a educación sexual integral e información y servicios en salud reproductiva, cumpliendo con las normativas vigentes y comprometidos/as en mejorar la calidad de vida de las y los adolescentes.
Plan ENIA