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Meningitis: De qué se trata y cómo prevenirla

 

Existen dos tipos de infecciones, la bacteriana y la viral. Los síntomas son similares en ambos casos y se debe acudir siempre a la consulta médica temprana. Para su prevención es importante la vacunación, la higiene de manos y de ambientes.

La meningitis es una enfermedad que consiste en la inflamación de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal, llamados meninges. Esta inflamación puede ser producida por un virus o una bacteria, que se traslada desde una infección en otra parte del cuerpo a través de la sangre hasta las meninges.

La meningitis bacteriana puede ser producida por muchos tipos de bacterias, dependiendo de la edad del niño, el historial de vacunas y los problemas médicos que tenga o haya tenido. Este tipo de meningitis es potencialmente mortal, requiere hospitalización y tratamiento con antibióticos por vía intravenosa.

La meningitis viral es producida mayormente por una familia de virus llamada enterovirus y se produce con mayor frecuencia de febrero a abril. Los enterovirus se transmiten por contacto directo con las heces o en forma indirecta a través de agua, alimentos o contacto con superficies contaminadas.

La meningitis viral es más común que la bacteriana y en general es menos grave. Los niños afectados con este tipo de meningitis generalmente se recuperan por completo con tratamiento de apoyo, consistente en descanso, hidratación y control de fiebre y dolor.

Los síntomas más comunes de una meningitis son fiebre alta, dolor de cabeza intenso y persistente, intolerancia a la luz, vómitos y, ocasionalmente, convulsiones. Ante la presencia de alguno de estos síntomas se debe consultar de inmediato al médico.

Medidas de prevención

El riesgo de desarrollar meningitis puede ser reducido con la correcta higiene de manos y de ambientes y la inmunización a través de vacunas que están incluidas en el calendario obligatorio.

Las familias de niños afectados con meningitis deben extremar los cuidados para evitar la infección. Se recomienda lavarse bien las manos después de tocar al niño o cambiar pañales y antes de comer o preparar alimentos. No se deben compartir tazas o utensilios. Debe evitarse el contacto con la boca del niño y cubrirla durante la tos. Usar agua segura para beber y cocinar.

La higiene de las manos

La mejor forma de prevenir enfermedades es la correcta higiene de manos, con lo cual se evita que los microbios pasen de una persona a otra. Las manos deben lavarse con jabón antes de comer, después de usar el baño, después de cambiar pañales, después de sonarse la nariz, toser o estornudar, después de haber tocado animales y alimento o excremento de ellos, después de manipular basura, antes, durante y después de manipular alimentos, antes y después de atender a un enfermo.

La forma correcta de lavarse las manos es con agua corriente limpia y jabón. Se debe frotar el jabón en las manos mojadas hasta que haga espuma, cubriendo dorso, entre los dedos y debajo de las uñas. La frotación debe hacerse por un mínimo de 20 segundos, tras lo cual se debe enjuagar bien con agua corriente limpia y secar con toalla limpia, preferentemente descartable.

Si no se dispone de agua y jabón y las manos no están visiblemente sucias, se puede usar alcohol en gel.

Si se usa desinfectante de manos se debe aplicar el producto en la palma, frotar sobre toda la superficie de las manos y entre los dedos, hasta que el producto desaparezca y las manos estén completamente secas.

Limpieza de los ambientes

Se debe limpiar todas las superficies que están en contacto con las manos, como picaportes, llaves de luz, grifos de agua, etc. Se debe evitar el uso de plumeros, escobas o escobillones secos, para evitar que se levante polvo y se dispersen los gérmenes.

No se debe mezclar detergente con lavandina, ya que se genera un vapor tóxico que daña las vías respiratorias y se inactiva la acción desinfectante. La lavandina nunca debe diluirse con agua caliente, ya que desprende un vapor considerado cancerígeno animal.

La limpieza de pisos debe hacerse desde la zona más limpia hacia la más sucia, siguiendo una sola dirección, sin retroceder. Los elementos de limpieza deben conservarse limpios y en buen estado. Los paños que se usen para limpieza de baños deben ser de uso exclusivo.

 

Fuente: Secretaría de Comunicación

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